02_06_2014

Un estudio sobre el té verde revela un nuevo campo de investigación sobre el cáncer

Un estudio sobre el té verde revela un nuevo campo de investigación sobre el cáncer

El té verde y sus extractos se han promocionado ampliamente como posibles tratamientos contra el cáncer y otras enfermedades. Pero los científicos se han esforzado por explicar cómo el té verde y sus extractos pueden actuar para reducir el riesgo de cáncer o ralentizar el crecimiento de las células cancerosas.
Un estudio publicado recientemente en línea por la revista Metabolomics ofrece una explicación que, según los investigadores, podría abrir un nuevo campo de investigación en la lucha contra el cáncer. Según el estudio, la EGCG, el componente biológico activo del té verde, modificó el metabolismo de las células del cáncer de páncreas al suprimir la expresión de una enzima asociada al cáncer, la LDHA.
Los investigadores también descubrieron que un inhibidor enzimático, el oxamato, conocido por reducir la actividad de la LDHA, actuaba del mismo modo: También alteraba el sistema metabólico de las células cancerosas pancreáticas.
"Los científicos habían creído que necesitaban un mecanismo molecular para tratar el cáncer, pero este estudio demuestra que pueden cambiar el sistema metabólico y tener un impacto en el cáncer", dijo Wai-Nang Lee, MD, autor correspondiente del estudio e investigador principal del Instituto de Investigación Biomédica de Los Ángeles. "Al explicar cómo el componente activo del té verde podría prevenir el cáncer, este estudio abrirá la puerta a toda una nueva área de investigación del cáncer y nos ayudará a comprender cómo otros alimentos pueden prevenir el cáncer o ralentizar el crecimiento de células cancerosas."
Mediante sofisticados métodos de elaboración de perfiles metabólicos, los investigadores descubrieron que la EGCG alteraba el equilibrio del "flujo" en toda la red metabólica celular. El flujo es la tasa de renovación de moléculas a través de una vía metabólica. Los investigadores descubrieron que el EGCG alteraba este equilibrio del mismo modo que lo hacía el oxamato, un conocido inhibidor de la LDHA.
Basándose en este hallazgo, concluyeron que tanto la EGCG como el oxamato reducían el riesgo de cáncer al suprimir la actividad de la LDHA, una enzima crítica en el metabolismo del cáncer, alterando así el equilibrio en las funciones metabólicas de las células cancerosas.
"Se trata de una forma totalmente nueva de ver el metabolismo", afirma Lee. "Ya no se trata de que entre glucosa y salga energía. Ahora entendemos cómo puede alterarse el metabolismo de las células cancerosas y podemos examinar cómo podemos utilizar este conocimiento para intentar alterar el curso del cáncer o prevenirlo."
Fuente: Instituto de Investigación Biomédica de Los Ángeles

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