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Enfermo y cansado: no es sólo una forma de hablar

¿Se siente agotado a principios de año? Los genes podrían contribuir de forma pequeña pero significativa a que las personas se sientan cansadas y con poca energía. Así lo afirman investigadores británicos dirigidos por Vincent Deary, de la Universidad de Northumbria (Newcastle), y Saskia Hagenaars, de la Universidad de Edimburgo, en un artículo publicado en la revista de Springer Nature Psiquiatría molecular.

Los investigadores descubrieron que la genética es responsable de aproximadamente el 8% de las diferencias en el cansancio y la falta de energía que manifiestan las personas, lo que implica que la gran mayoría de las diferencias en el cansancio que manifiestan las personas son de origen ambiental. Los investigadores descubrieron que las pequeñas contribuciones genéticas al cansancio autodeclarado coincidían con las contribuciones genéticas a una serie de enfermedades mentales y físicas, y con el hecho de fumar o tener demasiado peso, así como con la longevidad.

Su estudio a gran escala analizó la información genética de 111.749 participantes que indicaron si se sentían cansados o con poca energía en las dos semanas anteriores a la recogida de sus datos en el estudio del Biobanco del Reino Unido. El gran recurso del Biobanco del Reino Unido se utiliza para identificar las causas de ciertas enfermedades que afectan a personas de mediana y avanzada edad. Incluye muestras genéticas, así como información sobre la salud física y mental, la personalidad y el funcionamiento cognitivo de los participantes. Los investigadores que colaboraron en el estudio realizaron diversos análisis estadísticos, como asociaciones de todo el genoma, estimaciones de heredabilidad y pruebas de asociaciones genéticas entre el cansancio y más de 25 variables relacionadas con la salud. Los investigadores tuvieron en cuenta factores como la edad y el sexo.

Los resultados sugieren que fue la propensión genética a algunas enfermedades, y no sólo la presencia de éstas, lo que se asoció con los autoinformes de cansancio. Por ejemplo, los investigadores analizaron a personas genéticamente propensas a la diabetes pero que no padecían la enfermedad, y el pequeño vínculo genético con el cansancio se mantuvo intacto. De hecho, se descubrió que existía un solapamiento genético entre el cansancio y una tendencia general a la mala salud.

"Estar genéticamente predispuesto a una serie de dolencias mentales y físicas también predispone a las personas a declarar que están más cansadas o faltas de energía", añadió Hagenaars.

Esto se aplicaba a las personas con una mayor tendencia genética a los síntomas del llamado síndrome metabólico, como niveles altos de colesterol y una elevada relación cintura-cadera u obesidad. Según el equipo de investigación, estos vínculos plantean la posibilidad de una relación genética entre el cansancio y la vulnerabilidad al estrés fisiológico.

También se halló una asociación genética entre el cansancio y la longevidad, y con el hecho de que una persona tuviera una mayor tendencia genética a la debilidad en la fuerza de agarre, el tabaquismo, la depresión y la esquizofrenia. Los resultados también sugieren que las personas con tendencia a experimentar más angustia mental y emocional son más propensas a declarar estar cansadas.

En general, los resultados confirman que el cansancio autodeclarado es un fenómeno complejo y parcialmente heredable. Tiene asociaciones genéticas con diversos procesos de salud, fisiológicos, cognitivos, de personalidad y afectivos. Pero los investigadores subrayaron que la mayoría de las diferencias en el cansancio de las personas son probablemente ambientales. Los datos genéticos disponibles sólo explicaban el 8,4% de las diferencias de cansancio entre las personas.

"Aunque el cansancio es en gran medida causalmente heterogéneo, puede haber una pequeña pero significativa contribución genética directa a la propensión al cansancio", dijo Deary, resumiendo las conclusiones de esta parte del estudio.

El equipo de investigación prevé que en el futuro se realicen más pruebas para encontrar tales vínculos a medida que se disponga de más datos de genotipado de todo el genoma.

Fuente: http://www.biosciencetechnology.com/news/2017/02/sick-and-tired-not-just-figure-speech

Fecha: 15/02/2017

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