Innovación en la terapia con insulina

¿Terapia celular para la diabetes de tipo 1?

Los poderes de PD-L1

Estudios anteriores han intentado utilizar inmunoterapias para la diabetes de tipo 1, con el objetivo de frenar el ataque autoinmune a las células de los islotes del organismo. Estos intentos han fracasado, en parte porque las terapias no se han dirigido específicamente a la diabetes. El trasplante autólogo de médula ósea -infundir a los pacientes células madre de su propia sangre para reactivar su sistema inmunitario- ha ayudado a algunos pacientes, pero no a todos.
"Las células madre sanguíneas tienen capacidades inmunorreguladoras, pero parece que en ratones y humanos con diabetes, estas capacidades están alteradas", dice Fiorina, de la División de Nefrología de Boston Children's. "Descubrimos que en la diabetes, las células madre sanguíneas son defectuosas, lo que promueve la inflamación y posiblemente conduce a la aparición de la enfermedad".
Un equipo dirigido por Fiorina y el primer autor Moufida Ben Nasr, PhD, también del Boston Children's, comenzó por perfilar el transcriptoma de las células madre sanguíneas para averiguar qué proteínas fabrican las células.
Utilizando una micromatriz de expresión génica, descubrieron que la red de factores reguladores genéticos (microARN) que controlan la producción de PD-L1 está alterada en las células madre sanguíneas de ratones y humanos diabéticos. Esto impide la producción de PD-L1, incluso en una fase temprana de la enfermedad.
Además, demostraron que PD-L1 tiene un potente efecto antiinflamatorio en el contexto de la diabetes de tipo 1.

PD-L1 se conoce como una molécula de "punto de control" inmunitario. Se une al receptor PD-1 (inhibidor de la muerte programada 1) en el células T inflamatorias que se activan para provocar reacciones autoinmunes. Esto hace que las células T mueran o se vuelvan anérgicas (o inactivas).

Cuando Fiorina, Ben Nasr y sus colegas introdujeron un gen sano para PD-L1 en las células madre, utilizando un virus inofensivo como portador, las células tratadas revirtieron la diabetes en los ratones. Fiorina y sus colegas también descubrieron que podían conseguir el mismo efecto tratando las células con un "cóctel" de tres pequeñas moléculas: interferón beta, interferón-gamma y ácido polinosínico-policitidílico.

"Creemos que la resolución de la deficiencia de PD-L1 puede proporcionar una herramienta terapéutica novedosa para la enfermedad", afirma Ben Nasr.

Orientaciones futuras

Serán necesarios más estudios para determinar cuánto duran los efectos de la terapia celular y con qué frecuencia habría que administrar el tratamiento. "Lo bueno de este enfoque es la ausencia casi total de efectos adversos, ya que se utilizarían las propias células de los pacientes", afirma Fiorina.

En colaboración con científicos de Fate Therapeutics (San Diego, California), Fiorina y sus colegas trabajan para optimizar el "cóctel" de moléculas pequeñas utilizado para modular las células madre sanguíneas. El equipo ha completado una reunión de preinvestigación de nuevos fármacos (IND) con la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. para apoyar la realización de un ensayo clínico en diabetes tipo 1.

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