Consumo de sustancias en adolescentes

La formación breve aumenta el uso de intervenciones de abuso de sustancias y salud mental por parte de los pediatras

Dos o tres sesiones breves de formación pueden aumentar significativamente el uso por parte de los pediatras de técnicas para identificar y tratar a jóvenes con posibles problemas de consumo de alcohol y sustancias y de salud mental, según un nuevo estudio realizado en una gran clínica de atención primaria pediátrica. Conocidas colectivamente como cribado, intervención breve y derivación a tratamiento (SBIRT, por sus siglas en inglés), estas técnicas podrían ser herramientas importantes para prevenir y tratar estos problemas comunes entre los jóvenes. El estudio también reveló que los consultorios pediátricos pueden mejorar el apoyo a los pacientes que necesitan estos servicios incorporando a sus equipos médicos especializados en salud conductual. El informe del estudio, financiado por el Instituto Nacional sobre el Abuso del Alcohol y el Alcoholismo (NIAAA), que forma parte de los Institutos Nacionales de la Salud, ya está en línea en JAMA Pediatrics.

"Esta investigación proporciona nueva y valiosa información sobre las estrategias que podrían mejorar la implementación de SBIRT en los entornos de la práctica pediátrica diaria", dice el director de NIAAA, George F. Koob, Ph.D..

El consumo de alcohol y drogas entre menores, que suele coexistir con problemas de salud mental, es frecuente y peligroso. Los riesgos del consumo excesivo de alcohol en la adolescencia, por ejemplo, van desde lesiones y problemas escolares hasta cambios cerebrales duraderos y dependencia.

La investigación ha demostrado que los médicos de atención primaria que llevan a cabo el SBIRT con pacientes adultos pueden reducir el consumo excesivo de alcohol, sus consecuencias perjudiciales y los costes sanitarios relacionados. En los últimos años, cada vez más pruebas han respaldado el uso del SBIRT por parte de los pediatras de atención primaria para evitar que los problemas de consumo de sustancias en adolescentes se inicien o se agraven en sus jóvenes pacientes. Sin embargo, los médicos a menudo se enfrentan a barreras para proporcionar estos servicios, incluyendo limitaciones de tiempo y falta de formación en SBIRT.

El nuevo estudio, dirigido por la Dra. Stacy Sterling, de Kaiser Permanente Northern California en Oakland, comparó formas prácticas de superar ambas barreras en una clínica de atención pediátrica general.

En un ensayo de dos años en el que participaron casi 50 pediatras y unos 1900 adolescentes, los investigadores midieron el uso del SBIRT entre tres grupos de médicos: "A un grupo de "sólo pediatras" se le ofrecieron tres sesiones de formación en SBIRT de 60 minutos", explica la Sra. Sterling. "En la clínica, se esperaba que este grupo realizara por sí mismo evaluaciones SBIRT completas e intervenciones breves según fuera necesario".

Un segundo grupo de pediatras recibió una sesión de formación de 60 minutos. En la clínica, este grupo debía evaluar a los pacientes y remitirlos, según fuera necesario, a los psicólogos clínicos que habían sido "integrados" en las consultas para llevar a cabo las intervenciones. Tenían acceso a las mismas directrices y herramientas clínicas, pero no participaban en la formación SBIRT ni tenían psicólogos clínicos integrados en sus consultas.

Los investigadores descubrieron que, tras la formación en SBIRT, el grupo de pediatras solo tenía unas 10 veces más probabilidades (16% frente a 1,5%) de realizar intervenciones breves con pacientes considerados de riesgo, en comparación con los pediatras de "atención habitual". En el grupo de pediatras formados en SBIRT que trabajaron junto con psicólogos clínicos "integrados", la tasa de intervenciones breves fue del 24,5%, frente al 16% del grupo de pediatras y el 1,5% del grupo de atención habitual. Esto pone de relieve la eficacia de la formación en SBIRT para abordar los problemas de consumo de sustancias de los adolescentes en los entornos de atención pediátrica.

"Ambos brazos de intervención administraron más evaluaciones e intervenciones breves que los de la atención habitual", señala Constance Weisner, Dra. P.H., M.S.W., de Kaiser Permanente Northern California en Oakland, y de la Universidad de California en San Francisco, investigadora principal del estudio. "Sin embargo, la atención general de los pediatras a los problemas de salud conductual seguía siendo baja. La incorporación de clínicos no médicos en la atención primaria podría ser una alternativa rentable a los pediatras que prestan estos servicios, y los futuros análisis de los datos del estudio examinarán los resultados de los pacientes y la rentabilidad de las dos modalidades de SBIRT."

Fecha: 5 de noviembre de 2015

Fuente: http://www.nih.gov/news-events/news-releases/brief-training-increases-pediatricians-use-substance-abuse-mental-health-interventions

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