Audición por microondas

La misteriosa enfermedad de los diplomáticos estadounidenses en Cuba fue escuchada en el microondas

La misteriosa enfermedad que afectó a una serie de diplomáticos estadounidenses y canadienses en Cuba a finales de 2016 puede haber sido la audición de microondas, según una nueva opinión de expertos de la Universidad de California - San Diego.
Los sonidos, como zumbidos de insectos y rechinar de metales, y los síntomas de presión en la cabeza, dolor, problemas de memoria y sueño coinciden con lo que se conoce como efecto Frey: exposición a radiación electromagnética pulsada de radiofrecuencia/microondas (RF/MW), según Beatrice Golomb, profesora de medicina de la UC San Diego.
Los hallazgos del fenómeno cubano coinciden con descripciones anteriores del efecto Frey que se remontan a décadas atrás, informa el doctor en el próximo número de la revista Computación neuronal (un preprint paper está disponible en línea).
"Todo encaja", afirmó Golomb en un comunicado. "Los detalles específicos de los variados sonidos que los diplomáticos informaron haber oído durante los aparentes episodios incitantes, como chirridos, timbres y zumbidos, coinciden en detalle con las propiedades conocidas de la llamada "audición por microondas", también conocida como efecto Frey."

La revisión del doctor incluyó una muestra representativa de las descripciones y narraciones de los 21 miembros del personal de la Embajada de Estados Unidos en La Habana y sus alrededores, reabierta recientemente tras el deshielo de las relaciones entre ambas naciones.
Hace sólo tres meses, el Departamento de Estado de EE.UU. informó de que estadounidenses en Guangzhou (China) habían sido sorprendidos por una serie similar de fenómenos hasta entonces inexplicables.
Las primeras teorías se centraron en los "ataques sónicos" del atentado de Cuba, pero los efectos focalizados y persistentes documentados por las víctimas no se corresponden con meras ondas sonoras, según Golomb.
En cambio, la exposición a RF-MW coincide con lo que se ha documentado anteriormente. Por ejemplo, un estudio realizado en 2012 en Japón sobre personas expuestas a radiaciones electromagnéticas coincidía estrechamente con las tasas de síntomas, gravedad y efectos entre los expuestos, señaló.
El fenómeno se documentó en plena Guerra Fría. La Agencia de Inteligencia de Defensa de Estados Unidos descubrió en 1976 que "los sonidos y posiblemente incluso las palabras que parecen originarse intracranealmente pueden ser inducidos por modulación de señales a densidades de potencia media muy bajas."
Y en 1994, el Mando de Material del Ejército del Aire describió frecuencias específicas para provocar los mismos sonidos y sensaciones que describieron los diplomáticos en Cube 22 años después.
David O. Carptener, director del Instituto de Salud y Medio Ambiente de la Universidad de Albany, no participó en el estudio. Pero dijo que los síntomas notificados coinciden con lo que se ha documentado anteriormente sobre la electrohipersensibilidad como resultado de la exposición a RF/MW.
"Ya lo habíamos visto antes, cuando los soviéticos irradiaron la embajada de Estados Unidos en Moscú en los tiempos de la Guerra Fría", dijo Carptenter.
Queda por ver si el daño es permanente.
Al parecer, los diplomáticos cubanos se han recuperado considerablemente gracias a la rehabilitación, que incluye ejercicios cognitivos y físicos, como informó un equipo de la Universidad de Pensilvania en el Revista de la Asociación Médica Americana en febrero.
Pero Golomb, que ha estudiado otros misterios médicos como el síndrome de la guerra del golf, ha indicado que el estrés oxidativo desencadenado por la exposición a RF/MW podría tener consecuencias últimas como inflamación, activación autoinmune y daño mitocondrial.

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